Antecedentes del tema
El 99.8% de las empresas en México son
Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) las cuales generan el 71% de los
empleos en el país, de éstas, el 52 % del Producto Interno Bruto (PIB) según
datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el 72 % del
PIB según datos de la Secretaria de Economía (SE), además, de la presencia de
las MIPYMES existen 13.3 millones de trabajadores independientes los cuales
representan el 27% de la población ocupada. El sector de la construcción es muy
importante en el desarrollo de un país ya que proporciona elementos de
bienestar básicos en una sociedad al construir puentes, carreteras, puertos,
vías férreas, presas, plantas generadoras de energía eléctrica, industrias, así
como viviendas, escuelas, hospitales, y lugares para el esparcimiento y la
diversión como los cines, parques, hoteles, teatros, entre otros. El sector de
la construcción utiliza insumos provenientes de otras industrias como el acero,
hierro, cemento, arena, cal, madera, aluminio, etc., por este motivo es uno de
los principales motores de la economía del país ya que beneficia a 66 ramas de
actividad a nivel nacional. Por lo que emprender un negocio en el sector de la
construcción augura un nicho de mercado asegurado, pero no por esto implica el
éxito del negocio a emprender, ya que 8 de cada 10 empresas en México fracasan
a los primeros 2 años de operaciones tomando como los principales factores a la
falta de indicadores u objetivos del negocio, una planeación deficiente,
problemas en la ejecución o fallas en la hipótesis del negocio y oportunidades
de mercado, así mismo se considera que las finanzas débiles es uno de los
principales factores por las cuales las empresas fracasan, obligando así al
emprendedor a abandonar su proyecto y buscar un trabajo fijo con un sueldo
seguro. (Beltrán, 2017)
La apertura de los mercados y la globalización de las cadenas de suministro
demandan cambios estructurales en los que la logística juega un papel
estratégico. Actualmente, los clientes evalúan la calidad del producto, el
valor agregado del mismo y su disponibilidad en tiempo y forma, de ahí la
necesidad de hacer eficientes los procesos. Diversos expertos han propuesto
modelos de gestión logística para elevar la competitividad en el mercado;
algunos de ellos son ambiciosos para las pequeñas y medianas empresas (PyME)
debido a la estructura informal y carencia de conocimientos técnicos de las
mismas; otros hacen referencia indirecta a los flujos de información interna,
implicando una desintegración total del sistema por la débil interrelación
entre áreas. (Olivos, Carrasco, Flores, Moreno, & Nava, 2015)
Bases teóricas
Cualquier negocio requiere de un
plan, donde el desarrollo sostenible del mismo pase por una visión
forzosamente de futuro; es decir, lograr oficinas exitosas orientadas al logro
de metas y objetivos de crecimiento, capaces de sobrevivir en un entorno
altamente competitivo, al forjar su diseño por medio de estrategias efectivas.
(Rabschinskey, Ilan, Obras, 2015)
Si se asume que la arquitectura es un arte y por ende sería prudente
denominarla como un arte social, pues es un proceso colectivo que incluye al
arquitecto, sus colaboradores, consultores, clientes y en muchos casos al
usuario. Al analizar el proceso de creación de cualquier construcción, se
descubre que además del talento individual se contó con el trabajo de numerosas
personas indispensables para realizarlo.
Lamentablemente, los despachos de arquitectura en México giran alrededor de la
supervivencia diaria y con la clara idea que tienen que diversificar sus
actividades, algunos lo hacen, pero no como parte de una estrategia sino como
una manera de mantenerse a flote; esto nos indica que los despachos en México
no cuentan con estrategia de negocio y su plus de venta son los años de experiencia,
la seriedad, la sustentabilidad, pero sin una diferenciación o innovación.
Es importante determinar si existe relación
entre la innovación y el desempeño competitivo de las empresas; los principales
hallazgos muestran que la competitividad e incremento de la Investigación,
Desarrollo e Innovación (I + D + i) en
la PyME exportadora depende de la relación de los vínculos generados entre las
ventas, la población empleada, la estabilidad laboral y el nivel de formación
académica del personal hacia un uso intensivo de la mano de obra o economías de
escala. Lo anterior, implica la importancia que tiene el capital humano en
estas empresas, por lo que se puede concluir que un elemento importante para
impulsar la innovación en este sector es la capacidad de su capital
humano. (Duarte & García, 2016)
Bibliografía
Rabchinskey, I. (2015). Diez despachos
visionarios. México, Grupo Expansión.
Beltrán, J. A. (Agosto de 2017). Plan de
negocio despacho de consultoría en gestión, diseño y construcción. México,
Tecamachalco.
Duarte, P. D., & García, M. L. (26 de
abril de 2016). El desempeño exportador y la innovación como una estrategia de
crecimiento para la PyME en México. Revista Mexicana de Economía y
Finanzas,
21-38.
Olivos, P. C., Carrasco, F. O., Flores, J.
L., Moreno, Y. M., & Nava, G. L. (2015). Modelo de gestión logística para
pequeñas y medianas empresas en México. Contaduría y Administración 60,
181-203.